Noche en el museo

Es imposible decir que Noche en el museo es una buena película, y menos aún que algún día recordarás haberla visto y, sin embargo, no puedo echar pestes de ella.

No diré que me gusta (tampoco es para tanto) pero no defrauda, y esa quizás sea la clave de la película.

Es una peli de Disney, de esas que se llaman para toda la familia (tipo La búsqueda), blanditas, con final feliz (claro), alguna más que previsible broma y algo de aventuras.

Y ya está, punto, eso es lo que propone, eso es lo que te venden y eso es lo que te da. Ya lo sabes cuando te sientas frente a la tele con tus palomitas, tus doritos falsos del mercadona y el guacamole.

Y cuando acaba no te sientes estafado, has visto lo que querías así que como mucho puedes sentirte algo tonto por haber empleado dos horas en ver este tipo de película sin el enmarronamiento de ningún primo o sobrino de por medio.

Y poco más. Ben Stiller está en su papel, casi en el único que ha hecho en su carrera y que tan bién funciona, Owen Wilson tres cuartos de lo mismo y para no desentonar Robin Williams pues igual.

En fin, si la ves, luego no digas que no te la esperabas así.