¿Toleraríamos a otros estados actuar como lo hace la Iglesia?

A veces se nos olvida pero Benedicto XVI no es sólo el Papa, es también un Jefe de Estado, el del Vaticano. Imagino que "su gente", "su diplomacia" se cuida muy mucho de presentarlo de una forma u otra en función del marco en el que el susodicho señor vaya a hablar en público pero aún así, creo que no se puede tratar al Ratzinger Papa y al Ratzinger Jefe de Estado como dos personas diferentes, al igual que no se trata como dos personas diferentes al José Luis Rodríguez Zapatero Jefe de Gobierno de España y al José Luis Rodríguez Zapatero SEcretario General del PSOE.

Partiendo de esa base, hagamos un ejercicio de ficción.

Imagínense un pequeño estado situado en el corazón de Europa. Un Estado en el que las mujeres tengan prohibido, de hecho, ser Jefas del Estado. Un Estado en el que aquellos que son elegidos Jefes de Estado se cambien el nombre al ser elegidos. Un Estado en el que su Jefe de Estado viaje a África a decirle en la cara al Jefe de Estado que lo recibe que se deberían retirar ciertas medidas sanitarias que evitan el contagio del SIDA sólo porque a él le parece mal, algo que, en la práctica, equivale a condenar a muerte a cientos de miles de ciudadanos. Un Estado que no forma parte de la ONU, con lo que está al margen del orden político mundial. Un estado con posesiones en todos los paises del mundo, las iglesias, en muchos casos situadas estratégicamente militarmente hablando. Un Estado que tiene enviados en todas esas posesiones (los curas) que permanentemente injieren en las cuestiones de estado de esos paises.

¿Se lo imaginan? ¿Sería tolerable?

Pues eso.