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martes, 24 de enero de 2017

Si el eco de su voz se debilita, pereceremos

Quiero ser periodista desde que tengo uso de razón. Cuentan mis padres que con 3 años me levantaba pronto los fines de semana, me iba al salón y me ponía el telediario matinal en vez de los dibujos. No sé si es verdad pero cuando lo pete y me entrevisten por ahílo contaré como si fuera cierto.

No es fácil presumir de ser periodista, ni de lo que uno hace en el ejercicio de su profesión. Hay tantos presuntos compañeros que minan la credibilidad del oficio que a veces apetece contar lo del pianista en el burdel. No es mi caso, dejadme que presuma.

Este oficio, a veces, te da la oportunidad de investigar y destapar a los malos, de contar cosas que mejoren la vida de la gente o de darle contexto a la realidad. En laSexta columna intentamos hacer las tres cosas. Hoy quiero pararme en la tercera, en el contexto de las cosas, en explicar la historia.

Estos últimos años (2015-2016 y este 2017) se están cumpliendo 40 años de muchas cosas. Es el momento en el que España se configuró como el estado de derecho que es hoy y (casi) todos los bienes y males que nos ocupan políticamente se heredan de cómo se hizo la Transición.

Creo (perdonadme el ego) que desde el programa estamos haciendo una labor que debiera hacer (y en su momento hizo) la televisión pública. Y creo que tiene mucho mérito. Explicar, en prime time, la historia del país no es fácil. Nadie más se atreve a hacerlo, y hace falta.

La semana pasada, cuando emitimos el programa sobre el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha me sorprendió la cantidad de jóvenes que decían desconocer un episodio central de la Transición española. Sin ese atentado de la ultraderecha la transición habría sido otra cosa. No sé si mejor o peor, pero distinta en todo caso.

Me apena (y me preocupa) que las nuevas generaciones no conozcan nuestra historia. Y más en tiempos de Casa Pepe. Así que permitidme que recopile los "programa históricos" que hemos ido haciendo últimamente. Para que no olvidemos nuestra historia porque "si el eco de su voz se debilita, pereceremos".


Y, en otro orden de cosas, pero también de recordar la historia del país:


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viernes, 16 de diciembre de 2016

"Ito, ito, ito... Aznar hijo de puta"

Los 20 años. La Universidad. El compromiso. La LOU, Irak, el Prestige. Una generación de jóvenes que lo tenía todo, por fin, ante la oportunidad de emular a sus padres. Era perfecto.

Los universitarios de principio de siglo lo tenían todo hecho. Pensábamos lo que queríamos, decíamos lo que queríamos. Había trabajo. Los hijos de la clase media con conciencia de clase nos aburríamos. Nos nos dejaron ni ser insumisos

Menos mal que pudimos rebelarnos contra algo, contra alguien. "Ito, ito, ito... Aznar hijo de puta", "obreros y estudiantes, unidos y adelante", "España, mañana, será republicana". Todos a las calles.

"España, mañana, será republicana". Mi padre se giró y me miró con la ternura que sólo es posible en quien se reconoce en su vástago: "Eso gritábamos en los '70 pero no tiene pinta de que vaya a pasar". 

40 años después, seguíamos igual. En la calle. Un presidente con bigote. Papá Cuéntame otra vez. Ya saben. Nostalgia de los grises. Lo habíamos visto en los documentales de Victoria Prego.

Los documentales de la Prego nos enseñaron lo que fue la transición. Lo que los que la pilotaron dicen que fue la transición. El consenso, la negociación, entenderse con el enemigo. Todos a una. Sonaba bien.

En algún momento eso empezó a desmoronarse. El Rey es el elefante Blanco, Suárez un interesado, Carrillo un traidor. Los franquistas siguen al mando. Y no votamos la Constitución. El régimen del '78, ya saben.

Ni tanto. Ni tan calvo.

Me sorprende la prepotencia de compañeros de generación que se atreven a despreciar un proceso que no vivieron. Y a todos los que, sin haberlo vivido, se suben a ese carro. Con sus errores y sus aciertos, lo que se hizo aquellos años era, probablemente, lo mejor que podía hacerse en aquellos años. 

Pero ya no son aquellos años. Casi todo lo que se hizo necesita ser actualizado, cambiado, mejorado. Hagamos preguntas incómodas, cerremos heridas, escuchemos a los que quedan, encerremos a los delincuentes. Las enmiendas a la totalidad, para los PGE.


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martes, 28 de septiembre de 2010

35 años y un día

Ayer se cumplieron 35 años de los últimos fusilamientos cometidos por el Estado represor del sanguinario Dictador Francisco Franco.

Pasé por la fecha por encima, sin darle demasiada importancia, y no ha sido hasta hoy cuando he recordado que, no hace mucho, recordaba cada fecha de la ignonimia franquista como si me hubiera pasado a mi.

Un post de Ana pero sobre todo uno del profesor Bouza es lo que me ha removido. En concreto la carta de uno de aquellos fusilados, José Humberto Baena Alonso. Es esta (fuente):


"Papá, mamá: Me ejecutarán mañana de mañana. Quiero daros animos. Pensad que yo muero pero que la vida sigue. Recuerdo que en tu última visita, papá, me habías dicho que fuese valiente, como un buen gallego. Lo he sido, te lo aseguro. Cuando me fusilen mañana pediré que no me tapen los ojos, para ver la muerte de frente.

Siento tener que dejaros. Lo siento por vosotros que sois viejos y sé que me queréis mucho, como yo os quiero. No por mí. Pero tenéis que consolaros pensando que tenéis muchos hijos, que todo el pueblo es vuestro hijo, al menos yo así os lo pido. ¿Recordáis lo que dije en el juicio? Que mi muerte sea la última que dicte un tribunal militar. Ese era mi deseo. Pero tengo la seguridad de que habrá muchos más. ¡Mala suerte! ¡Cuánto siento morir sin poder daros ni siquiera mi último abrazo! Pero no os preocupéis, cada vez que abracéis a Fernando, el niño de Mary, o a Manolo haceros a la idea de que yo continúo en ellos. Además, yo estaré siempre con vosotros, os lo aseguro. Una semana más y cumpliría 25 años. Muero joven pero estoy contento y convencido. Haced todo lo posible para llevarme a Vigo. Como los nichos de la familia están ocupados, enterradme, si podéis, en el cementerio civil, al lado de la tumba de Ricardo Mella. Nada más. Un abrazo muy fuerte, el último.

Adios papá, adios mamá.

Vuestro hijo José Humberto”

No me gusta vivir mirando hacia atrás, creo que una sociedad sólo puede avanzar si mira al futuro. Pero eso sólo puede hacerse cerrando heridas y en este país hay demasiadas heridas abiertas, la mayoría en el mismo bando porque, como dice Ana, la historia la escriben los vencendores, y en España ganaron los fascistas.

Y quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y hoy en día hay demasiadas cosas que recuerdan a uno de los momentos más negros en la historia de la humanidad. Yo lo pienso y Rosa María Artal lo explica como nadie, es un palcer ahorrarse farragosas esplicaciones poniendo un link.

Me niego a creer que el tiempo de la revolución pasa para cada uno de nosotros según avanzan los años aunque, cada vez más, me sorprendo a mi mismo sin saber qué es la revolución ni cuales son mis referentes. A estas aluras me aburre creer en Allende y Guevara. Afortunadamente todavía no creo en esta frase. El día que lo haga, tenéis permiso para retirarme la palabra.

Aute le cantó a aquella noche como nadie, al menos, disfrutad de la canción.

PD El viernes voy al Festival En Vivo, a corear a Reincidentes. Hay que aplacar a la conciencia revolucionaria.

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viernes, 4 de junio de 2010

Una, de tantas, calles franquistas de Guadarrama

La foto que ilustra el post (y que causalmente está junto a la iglesia) es sólo una de las muchas que podría haber tomado en calles de Guadarrama y que homenajen a asesinos que secundaron el Golpe de Estado de 1936 contra el legítimo Gobierno de la República que dió inicio a tres años de Guerra civil y 40 de represión y genocidio.


He elegido a Mola por su simbolismo, fue "El director", el que debía mandar (Franco llegó de rebote, siento si desilusiono a alguien). Pero hay más, como Onésimo Redondo, Pilar Primo de Rivera, Queipo de Llano (El carnicero de Sevilla nada menos), General Fanjul, General Moscardó, General Muñoz Grandes, General Esteban Infantes. Pinchando puedes ver sus perfiles en wikipedia. Yo habría sido más claro a la hora de ponerles adejetivos calificativos.
De las calles dedicadas a vírgenes y a presuntos Santos y Santas ya no digo nada.


Sé que Guadarrama sólo es un ejemplo, (más graves, por vistosos, los hay por ejemplo en Madrid) uno de tantos pueblos en los que pasa, pero oye, es mi pueblo. Y la vergüenza comaprtida pesa menos.

PD: Iba a titularlo "pero mola más Capitán General", pero, por si acaso no se entendía el chiste, he decidio ser más obvio.

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jueves, 29 de abril de 2010

Cunetas, mapas, plazas, monolitos, flechas y muertos

Necesaria y reveladora la contraposición que hace Ana Aldea en su blog entre el Mapa de la Memoria elaborado por el Gobierno (en el que no ha participado la oportunista Aguirre) y el mapa elaborado por Mapa de la Memoria que debiera utilizar el Gobierno. Los reproduzco:

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martes, 13 de abril de 2010

Yo estoy con Garzón, tengo el corazón con los que perdieron

Canción de apoyo a Garzón del dúo Uno más una, a la que llegué ayer a través de La Ventana y que me ha recordado hoy Radiocable. Que por cierto ayer me saludó, Fernando Berlín digo, sin saber que era yo, que es lo que suele pasar cuando la gente de fama saluda a la de a pie ;-p
"Yo estoy con Garzón, tengo el corazón con los que perdieron"

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lunes, 2 de noviembre de 2009

El cementerio de las botellas

Barricada saca disco, dico-libro. Más allá de la importancia del lanzamiento de disco de uno de los grupos más importantes del rocanrol (el que no quiere a los Barri no quiere a su madre, que diría aquél), y de la calidad del single, me ha interesado mucho la historia que cuenta. Es la historia de El cementerio de la botellas, una de tantas fosas comunes que el franquismo utilizó para enterrar a quienes no pensaban como ellos. Está en la ladera del monte Ezkaba (Navarra), a la sombra del penal franquista de San Cristobal, los presos asesinados o que morían por enfermedades derivadas de su cautiverio eran enterrados con una botella entre las piernas.
Dentro, un simple papel recogía su nombre y las causas de su condena y muerte.
Por eso a ese pedazo de tierra se le conoce como El cementerio de las botellas (BBC).
Éste es el homenaje que les rinde Barricada.

Iñaki Alforja ha realizado un documental sobre las Exhumaciones de asesinados en el monte Ezkaba de Iruña. Éste es el trailer. El resto del documental es fácilmente encontrable en la red, os animo a verlo.

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