domingo, 2 de enero de 2011

Zapatero, el hombre circunflejo

Reproduzco, pese al retraso y por su incuestionable y elevado valor literario, el mensaje semanal que el Partido Popular envía a los miembros de su red social (popular.es). Me llegó el viernes, pero lo he disfrutado hoy.

Estimad@ amig@:
Nuestros compañeros del Senado lo tienen claro y nos cuentan que ya han encontrado explicación. Zapatero se va. Y por eso quiere dejar la alarma puesta. Todo encaja: Rubalcaba de controlador y la alarma por si las moscas.
Zapatero debe sentir colmada su ambición política, toda vez que ya ha encontrado su hueco en la historia. No en vano, los libros de texto de los futuros escolares evaluados por el informe Pisa estudiarán que fue el primer presidente de la democracia que declaró el estado de alarma. Y a lo mejor, les cae en un examen que a Zapatero fue al primer presidente al que el Senado le puso un veto en los presupuestos (aquí habrá que remarcar, el que quiera buena nota, que recibió no 1, ni 2, sino 4 vetos, lo que puede llegar a ser un récord para todo el siglo).
Al final, cuando se complete el periplo presidencial de este circunflejo hombre, sus biógrafos, los historiadores y cualquier analista de cierto nivel, apreciarán que deja un impresionante legado tras de sí, porque el hombre de las cejas vulcanianas pervivirá durante las centurias venideras como el hombre que dijo no a todo lo que era sí y sí a todo lo que era no.
Baste recordar con qué fortaleza negaba la crisis y cómo después, con la furia del converso, ha ido aprobando 11 planes deslavazados de medidas contradictorias que no han conseguido ni frenar el paro, ni controlar el déficit desbocado ni, mucho menos, convencer a los mercados. Y ello, mientras fallaba siempre en todas y cada de las previsiones y anunciaba a los cuatro vientos que después de la próxima curva ya estaba la salida de la crisis, como el que va con niños a la playa.
Le pese a quien le pese, Zapatero pasará a la historia. Sí. Y con méritos propios. El quinto presidente de la democracia, entre otros logros, ha conseguido destrozar hasta dejar sin significado uno de los grandes refranes de nuestro acerbo popular. Pronto, alguien preguntará ¿se acuerdan de aquel dicho que, a principios del siglo XXI, cayó en desuso?, ¡sí hombre, aquel que decía que no hay quinto malo!
Felices fiestas!
Popular.es
Impresionante


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