Hubo un tiempo en que éramos nosotros los que perseguíamos a los malos.
Hubo un tiempo en el que todo el mundo se volvía hacia nosotros y pensaba "coño, lo están haciendo".
Hubo un tiempo en que creímos que podíamos, y pudimos.
Hubo un tiempo en que parecía que habíamos derrotado a la ultraderecha que nos ganó la guerra.
Hoy Falange consigue lo que quiere y sus acólitos logran fama y popularidad en la tele y en la red.
Hoy Garzón ha vuelto a declarar en el Supremo y en una semana saldrá de la Audiencia Nacional.
Es el momento de volver a soñar, de la arena bajo los adoquines, de restituir la memoria de los represaliados, de hacer justicia, porque hacer justicia no es reabrir heridas, porque cuando hablan de reabrir heridas hablan de las de la derecha, unas heridas que nunca existieron porque las heridas que existen son las de quienes sufrieron la represión franquista, y esas nunca se cerraron.
Es el momento de volver a soñar, de la arena bajo los adoquines, de restituir la memoria de los represaliados, de hacer justicia, porque hacer justicia no es reabrir heridas, porque cuando hablan de reabrir heridas hablan de las de la derecha, unas heridas que nunca existieron porque las heridas que existen son las de quienes sufrieron la represión franquista, y esas nunca se cerraron.
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