Ayer Esperanza Aguirre, ávida de portadas, tomó otra de sus lamentables decisiones, filtrada a la prensa para más inri: en vez de cesa al conductor borracho, antidemócrata y amante de las armas Jesús Neira se cargaba el organismo que preside: el Observatorio contra la Violencia de Género. Como bien apunta Javier Manzano uno de los motivos principales fu sin duda volver a las portadas, aunque vaya usted a saber por qué no lo ha cesado. En fin.
Se le han echado encima, claro, está feo suprimir un organismo que lucha contra esta lacra. Aunque no haga falta, porque no nos engañemos, las competencias y trabajadores de ese organismo simplemente se traspasarían a la Consejería de Interior y punto.
Hoy ha llegado la rectificación, por boca de David Pérez, un señor muy de derechas, periodista, que hace de portavoz parlamentario del PP en la Asamblea de Madrid: no se cargan el Observatorio, sólo el Consejo Asesor que preside Neira, es decir, cesan a Neira y a otro puñao de personas que, probablemente, sí asesoraban, no como Neira, cuya excusa para conducir borracho es que no había bebido, sino que había mezclado bebida y pastillas, vamos, que no había tomado dos copas sino una y un pikatchu, mucho más responsable, ande va a parar.
Suprimen el Consejo Asesor para ahorrar, dicen. Aunque no dicen cuánto se ahorrarán.
PD Y de paso arrementen contra su ministra favorita, favorita para despreciarla, Bibana Aído, que hoy ha criticado a Agurire. Penoso todo.
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